miércoles, 6 de agosto de 2008

Un gimnasio canadiense...


Women Fitness Clubs of Canada
http://www.womensfitnessclubs.com/

Women Fitness Clubs of Canada es una cadena de gimnasios con foco en el público femenino. Cuenta con 3 sedes en toda la ciudad de Toronto: Bayview, Promenade Mall y Pickering Centre. Afortunadamente, yo tuve oportunidad de asistir a la sede “Promenade”, situada dentro un shopping mall en el barrio de Thornhill, York, Canada.

Que fue lo que mas me impacto de este Gym?

En primer lugar, su ubicación y accesibilidad eran ideales. Situado en el segundo piso de un centro comercial contaba con luz natural y brindaba toda la comodidad de poder hacer compras en el mall antes o después de entrenar. Era fácil llegar a él. Cuando la nieve impedía llegar caminando, la playa de estacionamiento del shopping era excelente a la hora de aparcar tu automóvil. Asimismo, numerosas líneas de colectivos hacían escala en el mall ya que contaba con una mini estación de ómnibus.

En segundo lugar, el gimnasio ofrecía un bajo precio para un elevado nivel de servicios. Tuve suerte de acceder a una promoción especial en la que la membresía mensual costaba US CAN 19 (equivalente a 60 pesos argentinos). Firmé contrato por dos meses, me entregaron mi número de socio, mi carnet personal y una carpeta que contenía toda esta documentación legal más todos los folletos informativos sobre horario de clases, servicios y facilidades del gimnasio más el certificado de satisfacción por el cual me garantizaban la devolución de mi dinero en caso de que el gimnasio no cumpliera mis expectativas. Risk free era la política. Libre de riesgos. Todo eso en una carpeta. Fascinante.

Cuando ya me había asombrado el bajo valor de la membresía, quedé aún más sorprendida por la calidad del equipamiento y la organización interior. Las máquinas de cardio eran todas Life Fitness con pantalla de televisión, cable y mas de 85 canales para elegir. Elípticos, cintas de correr y escaladores, todos formados en línea, impecables, te tentaban e invitaban a entrenar.

Como en todo gimnasio, los horarios picos (rush hour) existen y los límites de permanencia en cada maquina también. Sin embargo, una buena circulación y rotación dentro del gimnasio solo se da con una buena organización y en este gym, la buena organización estaba ligada a una simple y sencilla planilla. Cada maquina contaba con una ficha que dividía el día en períodos de 10 minutos. Cada persona podía con su firma y numero de socio reservar la franja horaria que quería utilizar en cada maquina permitiéndole planear su entrenamiento desde su llegada sin renegar de usuarios indisciplinados que no cumplen los plazos ni tiempos de permanencia. En Canadá, la indisciplina no existe y el respeto y la buena educación se respira. Una vez finalizado el entrenamiento en una maquina, se procedía a la limpieza de la misma con unas toallitas húmedas que el gimnasio ofrecía gratuitamente para eliminar toda gota de transpiración.

El tiempo de permanencia máxima en cada máquina era de 30 minutos. Sin embargo, había dos o tres de ellas destinadas para un uso de hasta una hora. Y la televisión… bueno, ni que hablar… esta bueno entrenar mirando las noticias o los capítulos de tu serie preferida. En lugar de quedarte en tu casa echado en el sofa, el gym te invitaba a entrar en movimiento y no perderte esa película que tanto querías ver. Yo que debía practicar mi inglés, encontré en el gimnasio la mejor manera de conjugar el entreno con listening y visual activities. Awesome!.

El área de musculación, tan impecable como la de cardio, contaba con todos los aparatos prolijamente distribuidos en el salón y asesoramiento permanente del staff para el uso de ellos. Incluso, el gimnasio ofrecía el servicio de personal training. Solo debías contratarlo y ya tenías atención personalizada, seguimiento y orientación hacia los resultados esperados.

La Sala de Clases Grupales como la de Spinning brillaban por su limpieza. Mancuernas de varios gramajes, pelotas, colchonetas, bandas, todos ellos en perfecto estado, pulcritud y ubicación. Algunas clases, las más populosas, tenían cupo limitado y debías reservar tu lugar con antelación para participar en ellas. Si la capacidad estaba completa, entrabas en lista de espera. Con esta política, aseguraban el buen uso del espacio y la comodidad del cliente.

Alguna vez me dijeron que a la hora de alquilar o comprar un departamento o evaluar alguna empresa o comercio, el mejor parámetro de calidad esta dado por el estado y acondicionamiento de sus baños. Los gimnasios no son ajenos a esta regla. Un buen vestuario puede atraer mucho más que una buena recepción. Por cuestiones de espacio, presupuesto o visibilidad, muchos gimnasios no suelen dar a los vestuarios la importancia que se merecen. En Canadá, esto no sucede. Tuve oportunidad de ver cosas increíbles en estos espacios.
En Women Fitness Club, por ejemplo, contabas con un vestuario de doble circulación con dos puertas de acceso que impedían choques o amontonamientos. Podías alquilar tu propio locker o hacer uso de los libres solo llevando tu candado. Había un cambiador privado para aquellas personas que preferían mayor privacidad y política de no uso del celular para evitar que los ringtones y las conversaciones privadas contaminaran el ambiente. Además, contabas con expendedor de agua para llenar tu botella de hidratación y todos los plásticos que se descartaban iban al conteiner de reciclaje. Si, en Canadá la basura se recicla, no solo en los hogares, comercio y espacios públicos, sino también en los gimnasios.

Para aquellas personas que deseaban bañarse en el gimnasio luego del entrenamiento, Women Fitness Club ofrecía duchas amplias, con ilimitado caudal de agua caliente y libre estipendio de shampoo, enjuague y gel de ducha. Que tal? Y como si esto fuera poco, luego podias hacer uso de secadores de cabello (de los buenos, esos que secan, no de los que están atados a la pared y hacen ruido nomás) spray o gel, crema hidratante para manos y pañuelitos de papel. En un gimnasio así a quien no le gustaría bañarse? Eh? A veces prefería tomar una ducha allí que en mi propia casa.

Cuando dije que vi cosas increíbles en los vestuarios de varios gimnasios fue porque me quede sorprendida al encontrarme desde acondicionamientos de alto nivel al mejor estilo hotel 5 estrellas hasta un gran sofa frente a una pantalla gigante para descansar o hacer una pausa de espera al mejor estilo “Friends”. Recuerden que al gimnasio no solo se va a entrenar sino también a encontrar y cultivar relaciones sociales. Sorpresas y creatividad nunca faltan para fomentarlas.

El gimnasio ofrecía charlas nutricionales, asesoramiento y planes hechos a medida. Además, tenía toda una oferta de servicios dirigida a madres con sus hijos como así también una guardería en la que confiar. Lo mejor, abría sábados y domingos…

Que mas puedo decir?

Ah! Que pasa cuando la membresía se esta por acabar? Me enviaron una postal a mi domicilio invitándome a acercarme a la recepción porque con mi renovación me regalarían un bolso deportivo y me llamaron por teléfono en varias oportunidades para tal fin.

Hubiera extendido mi membresía? Claro que si! Con gimnasios así dan ganas de ir a entrenar!

Lastima que Canadá, hoy por hoy, me queda muy lejos…

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