El Step sigue siendo parte de mi vida y mi vida un conjunto de partecitas que a veces se conectan y adquieren sentido y a veces no.
Hace 4 meses que no escribo en el blog. Por que? Se preguntaran. Porque cuando las experiencias son nuevas y muchas es mejor dejarlas sedimentar para luego poder contarlas con claridad.
Alguna vez soñé con conocer el mundo y cuando nació en mí la pasión por el Step también soñé en conocer como se practica y dicta el Step en otros países, en otras ciudades y en otros gimnasios. “Turismo Steppero”, recuerdan? (ver posteo del 26 de diciembre de 2007) La vida me dio una oportunidad y pude ver y sentir como es una clase de Step en Canadá.
Step a la Canadiense.
Hace 4 meses que no escribo en el blog. Por que? Se preguntaran. Porque cuando las experiencias son nuevas y muchas es mejor dejarlas sedimentar para luego poder contarlas con claridad.
Alguna vez soñé con conocer el mundo y cuando nació en mí la pasión por el Step también soñé en conocer como se practica y dicta el Step en otros países, en otras ciudades y en otros gimnasios. “Turismo Steppero”, recuerdan? (ver posteo del 26 de diciembre de 2007) La vida me dio una oportunidad y pude ver y sentir como es una clase de Step en Canadá.
Step a la Canadiense.
La emoción que genero en mi la idea de tomar clases en un país del primer mundo, en un gimnasio del primer mundo y en un idioma global fue increíble. Mis expectativas crecían día a día ante algo nuevo que quería descubrir y vivenciar.
Lo vivencié. Fui a un país del primer mundo, a un gimnasio del primer mundo y a una clase de Step del primer mundo. Mejor o peor? Diplomáticamente hablando, diferente. Un estilo distinto al que yo traía incorporado. Y cuando uno es “sapo de otro pozo” debe aprender a adaptarse a las reglas y costumbres del lugar. Eso se llama: flexibilidad.
Hay tres cosas que me llamaron la atención y que puedo resaltar a la hora de describir una clase de step a la canadiense: su composición, su estructuración y su conducción.
La composición de la clase. En “Women Fitness Clubs of Canada”, un gimnasio femenino, unas 10 a 15 mujeres se juntan a practicar Step un sábado por la mañana. Es un buen número si se tiene en cuenta del día que se trata (sábado), el horario matutino y el clima invernal que invita mas a quedarse en casa con una taza de chocolate caliente que a salir a “corretear”. Una clase un sábado a las 9 de la mañana funciona. Una clase a las 18 horas en una sucursal de una importante cadena en pleno centro un lunes también. En Fitness Extreme, el grupo humano que frecuenta la clase es más grande y diversificado. Contrariamente a lo que sucede en Argentina, en Canadá muchos hombres practican Step Aerobics. Un 50% del salón estaba representado por ellos, lo que resulta un punto interesante a destacar.
La estructura de la clase. Las clases de Step en Canadá son muy enérgicas, es decir, de un elevado trabajo aeróbico y cardiovascular. Una clase te ejercita. Para lograr esto, no es suficiente con subir y bajar de la plataforma sino que el movimiento de los brazos se convierte en una variable fundamental. Las coreografías son más “simples” y “cuadradas”. Simples porque no se llega a trabajar en niveles elevados de figuras. Tampoco los pasos revisten demasiada complejidad para provocar que el alumno permanezca en movimiento. Y cuadradas porque no tienen tantos mambos ni patrones de piso relativos a la aeróbica tradicional o a los ritmos latinos. Solo hay uno que otro mambo de vez en vez o el paso llamativamente denominado “Tango” que no es más que un double stomp. Sin embargo, una clase de Step a la canadiense te entrena, te cansa y te hace transpirar mucho.
La conducción. Todo profesor de Step o Aeróbica lidera su clase ubicándose en el frente del salón o sobre una tarima en todos los gimnasios del mundo. Sin embargo, hay dos instrumentos de conducción que aun no los vi en los gimnasios de Argentina. 1. Micrófono. 2. Verbalización de las alternativas de complejidad. Un micrófono es fundamental a la hora de conducir una clase. La información no solo entra por la vista, sino también por los oídos. El uso del micrófono es esencial para el profesor, no solo para no esforzar la voz, sino para contar con el apoyo verbal a la hora de guiar y explicar la coreografía. En Argentina, es algo que solo se estila en las convenciones. Debería ser un hecho consumado en cada gimnasio. Con la ayuda del micrófono el profesor mantiene su comunicación a lo largo de toda la clase lo que permite satisfacer los deseos de complejidad de todos los participantes. El profe muestra y explica el grado mayor dificultad en la transición de paso a paso, pero luego vuelve y permanece en el intermedio. Guía al practicante iniciantey satisface las expectativas de los que vienen a buscar mas. Esa muestra clara de alternativas motoras permite y posibilita la convivencia de practicantes de distintos niveles en cada una de las clases, un problema que en Argentina no hemos podido solucionar aun.
La experiencia fue muy positiva. Me introduje en otra atmósfera. Trate se seguir los pasos lo mejor posible. Me perdí, me confundí y me equivoque como todo principiante que no conoce un estilo o metodología. Encontré cosas extrañas a la hora de cambiar el liderazgo de piernas y otras divertidas como los nombres que le adjudican a algunos de los pasos.
Yo no soy una experta en la materia para juzgar ni clasificar a nadie. Asi como no hay una única verdad en la vida, tampoco hay una sola forma de dar step en el mundo. Lo importante es que la gente se prenda, se enganche, se mueva, disfrute. De ahí en adelante, todo lo demás es una cuestión de gustos.
Si me dan para elegir, elijo los gimnasios canadienses, pero nunca cambiaria una clase de step al estilo argentino. Hoy por hoy, la magia y la emoción la sigo encontrando aquí.
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