Marcelo Levin nos invita a reflexionar:
¿Quién sabe los ojos que lean estas palabras puedan tener mi misma inquietud......Qué rol cumple el famoso y no menos controvertido ‘'banquito cardiovascular''?
Como siempre, o por lo menos, así es mi estilo, para hablar del presente hay que conocer el pasado y esto significa recordar que allá por los años '90 se produce el lanzamiento mundial del ‘'step'' de la mano de una empresa que invirtió en investigaciones y permitió consolidar una forma de trabajo físico de significativos beneficios.
Sin embargo, hay dos puntos de la historia que debemos recordar. El primero es conocer que la idea de implementar el step a una clase típica del estilo comando surge, entre otros motivos de ver los beneficios obtenidos en la rehabilitación de una rodilla lesionada. Y el segundo es que este hoy llamado step, fue el elemento utilizado por la Educación Física para evaluar la capacidad física, claro que nadie se imaginó que tiempo después revolucionaría el concepto de gimnasia moderna.
Hoy nos encontramos con un elemento que ya no solo se lo utiliza para la clase de step, sino, también para clases de localizada, para clases de deport training, para trabajar la flexibilidad, para trabajos en la sala de musculación, para los chicos y sus juegos, en fin, este elemento no solo se hizo útil sino también pupular.
Pero en estas líneas me quiero referir al buen o mal uso que se le de al banquito en las clases de step. “Gracias” al mal uso, muchas lesiones y deserciones aparecieron y ellas trajeron consigo, las expresiones de los infaltables médicos , que con muchos años de estudio, pero ninguna clase de step en su haber, recomendaban no hacer estas clases, ùnico causante de los males articulares.
En la gimnasia tenemos que aprender que no hay buenos o malos ejercicios, sino buenos o malos profesionales.
Esta regla que nunca falla , también la debemos aplicar al step, que de por sí y como ya dijimos, fue creado para revolucionar el mercado del fitness mundial , con una propuesta de trabajo cardiovascular de “alta intensidad y bajo impacto”, y es así como nació el slogan de este banquito estudiado para llegar a la conclusión de que la intensidad lograda es un poco menor que correr y el impacto que el cuerpo recibe en el subir y bajar es tal y como en el caminar.
Claro que pasaban los años y las posibilidades motrices en el step de hace 10 años no eran las mismas que hoy , siendo que hoy en una clase de “avanzados” nos podemos encontrar con 192 tiempos musicales coreografiados , con un nivel de dificultad e intensidad muy elevada y bajo ningún punto de vista podríamos considerarla una clase masiva.
La popularidad que el step alcanzó en el mercado , impulsó a los profesores a una carrera competitiva de querer tener la “mejor” coreografía, la más dificultosa, la más creativa, etc,, Esto hizo descuidar aspectos básicos como la prevención de lesiones, ya que una mala ejecución técnica podía ocasionar torceduras, esguinces, etc..
Es así, que la “reina” de la clase no era el alumno , sino la coreografía con sus giros (pivot) y contra giros. Mucha pasión, energía y juventud , subía y bajaba del step al compás de una electrizante y novedosa música, que atrapaba no solo a los participantes, sino también a los que observaban la clase.
Es cierto que la inexperiencia a lo largo de 10 años trajo como consecuencia mucha gente que dejó la actividad física o que con suerte se volcó para otras técnicas, es entonces que tenemos que aprender la lección y entender que las clases de step son un medio más para hacer a los alumnos más completos o educados o felices, o como queramos llamarlo.
Volvamos al “estilo libre” en donde los movimientos no se juntan en una coreografía y buscamos el no menos importante placer por el movimiento mismo, con las beneficiosas consecuencias fisiológicas, motrices, emocionales y sociales que estas clases tienen. En la clase de todos los días , volvamos a “conquistar” a los alumnos temerosos o con malas experiencias anteriores.
Hay muchos alumnos con dificultades de peso, de edad, de traumatismos, de discapacidad, etc.... que nos piden que los volvamos a “seducir”. Allá vamos!
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario