Son muchas y variadas las razones que nos impulsan a anotarnos a un gimnasio. Mejorar el rendimiento físico, desestresarse, ganar masa muscular, perder peso, modelar, etc. Son muchos los motivos, aunque
el de bajar la grasa corporal suele encabezar el 99% de todas las listas. Por lo tanto, inscribirse a un gimnasio es solo un paso para cambiar una situación que no nos gusta: el problema y el dolor del sobrepeso que queremos dejar atrás.
En la búsqueda de este objetivo,
el gimnasio se convierte en un espacio esperanzador que nos permitirá vernos y sentirnos mejor. El gimnasio pasa a ser sinónimo de ejercicio, de movimiento, de quema de calorías, de transpiración, de motivación y de avance hacia aquello que estamos buscando, en una palabra, de resultados.
Sin embargo, el gimnasio decepciona cuando esos resultados no llegan. ¿Por qué?
Porque cuando se trata de bajar de peso,
el gimnasio es necesario, pero no suficiente. Ningún centro de actividades físicas puede garantizar resultados a sus miembros si no cuentan con un plan personalizado que contemple para cada uno de ellos tres aristas:
plan de entrenamiento (frecuencia e intensidad), plan de comidas (nutrición), y cambio de hábitos o patrones mentales (psicología).
Cuando uno concurre a un gimnasio, no solo debe saber que debe hacerlo con asiduidad, sino también con la intensidad adecuada a los objetivos que desea lograr, para ello
un plan de entrenamiento es fundamental. Los resultados no se consiguen con magia, sino con perseverancia y acciones concretas que conduzcan a ellos. Muchos gimnasios fallan al inculcar esto a sus miembros. Por ejemplo, no enseñan a sus socios que
48 horas es el tiempo máximo que debe pasar entre entrenamiento y entrenamiento. No ponen énfasis en la frecuencia. Y sin énfasis en la frecuencia, no hay concurrencia, sin concurrencia, no hay resultados, sin resultados, no hay retención posible, sin retención, no hay negocio. Asimismo, tampoco controlan que sus alumnos estén
entrenando en el peso o intensidad adecuada ni preguntan a sus alumnos si están
progresando o alcanzando los objetivos que se han planteado.
Por otro lado, si de descender de peso y reducir la grasa se trata, no lo lograremos solamente corriendo, trotando, caminando o andando en bicicleta.
Debemos adoptar un plan de comidas adecuado. Entrenamiento y Nutrición van de la mano.
Entrenamiento más Nutrición igual Resultados. Esto es lógico. No es muy difícil de comprender. Sin embargo, me pregunto ¿Cuántos son los gimnasios que cuentan con un departamento de nutrición, un especialista o un asesor dentro de sus instalaciones? ¿Cuantos son los gimnasios que ofrecen una completa evaluación física con medición de masa corporal al ingresar? Siendo la nutrición un aspecto tan esencial a la hora de alcanzar un objetivo, ¿por qué aún no esta contemplado dentro de los servicios brindados por un gimnasio? Quiero pensar que es una cuestión de tiempo y que la industria tiende a ello, porque sino….
Entrenamiento, Nutrición y….
Motivación, Autoestima, Emociones, Relaciones, Espíritu… todas áreas que tienen que ver con la mente, nuestra percepción, nuestra manera de ser, de pensar y de actuar… todas áreas que de alguna manera están relacionadas con la
Psicología. ¿Hay algún gimnasio que las haya contemplado?
Me gustaría recomendar dos cosas: primero, el DVD de
Almeris Almiriato de las Conferencias Mercado Fitness 2008 que es muy revelador al hablar de este tema y segundo el sitio de nutrición de la
Dra. Mónica Kats, FatFit, que brinda un gran numero de herramientas nutricionales y motivacionales para encarar de una mejor manera el objetivo de sentirnos bien.
Espero que te resulten útiles. Chequealos y enviame tus comentarios.
Asimismo, me gustaría que me cuentes
¿Estas logrando los objetivos que te propusiste al empezar el gimnasio? ¿Tienes un plan?
Con Kanae Takegahara, from Japan, presentadora internacional. Sus clases brillan por la claridad de su metodología y sus alucinantes productos finales. Cuando regrese a la Argentina, agendate tomar una clase con ella.
